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Historia

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Nuestra historia

La historia de Gainberri empieza el año 1958, cuando la congregación Misioneras Hijas del Corazón de María, fundada por la madre María Güell, adquirió una casa en un monte llamado Gainberri (“monte nuevo”) en la ciudad de Tolosa, Gipuzkoa, para formar a sus candidatas.

La casa era un chalet muy bonito, construcción de arquitectura vasca tipo caserío, en medio de una finca de 6.000 metros cuadrados rodeado de árboles y vegetación. Además, tenía un enclave privilegiado, con fácil acceso al centro de Tolosa.

En 1959 empezó una pequeña escuela privada en la finca Gainberri, habilitada por la congregación ante la demanda de las familias de alrededor, que preferían no desplazarse al casco viejo de Tolosa. Este centro, el año 1962 pasó a llamarse Nuestra Sra. De Izaskun (Patrona de Tolosa), e impartía cursos de preescolar, primaria y bachillerato elemental, con muy buenos resultados académicos.

Casa inicial en Tolosa

Chalet inicial (año 1959)

Segunda fase en obras

Año 1966

Patio (año 1970)

Patio (año 1970)

Un nuevo colegio

En el año 1973-74 la escuela pasó a ser centro concertado de E.G.B, hasta que en el año 2003 se fusionó con otros dos centros religiosos y se convirtió en Hirukide Gainberri.

El chalet inicial fue derrocado para construir un nuevo colegio, capaz de albergar al alumnado siguiendo las exigencias estatales para educación infantil (párvulos), las aulas de E.G.B. y bachillerato (privado), además de otra zona para la comunidad religiosa titular del centro. Más adelante, en el año 2003 se reestructuró todo el edificio, para acoger las aulas de educación infantil de 0-3 años, que contaban también con amplios espacios y zonas verdes en el recinto.

Casa al final de las obras

Año 1994

Empieza una nueva etapa

Finalmente, una nueva etapa empieza en el curso 2020-21, con el nombre de  Gainberri y un proyecto de formación profesional en el ámbito de las actividades físicas y deportivas para los jóvenes de la zona tolosarra.

Así pues, a lo largo de su trayectoria, Gainberri se ha ido adaptando a las circunstancias locales y a las necesidades educativas de los niños y jóvenes de su entorno para colaborar activamente en la formación personal y profesional de estos alumnos con el mismo espíritu que en el año 1958 cuando se empezó, con entusiasmo, entrega y compromiso.

El titular del colegio es la congregación religiosa, católica, y los principios orientadores de enseñanza se basan en los valores cristianos. Buscando siempre la educación integral de la persona, enriqueciendo no solo la inteligencia sino toda la persona, demostrando la relación que existe entre las artes, las ciencias y el espíritu cristiano.